Durante los primeros años de vida, los niños y niñas muestran una capacidad innata para interactuar con la música. Se expresan de forma natural a través de sonidos y demuestran una especial sensibilidad hacia la percepción musical. Esta etapa constituye una oportunidad idónea para fomentar sus capacidades creativas, lo que contribuirá positivamente a su desarrollo integral en todas las áreas del conocimiento, al ser la música una vía privilegiada de expresión y comunicación.
El programa de Música y Movimiento contempla sesiones con una duración de 45 minutos semanales, especialmente diseñadas para atender las características evolutivas del alumnado de estas edades, facilitando un aprendizaje activo, lúdico y significativo.
En algunos casos, los menores manifiestan desde edades tempranas una inclinación por determinados instrumentos. No obstante, cuando esta preferencia no está definida, el orientador pedagógico del CARM, especialista en educación musical infantil, orientará a las familias para identificar el instrumento más adecuado, en función de las aptitudes e intereses del alumno, favoreciendo así una elección que potencie su desarrollo musical y personal.